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miércoles, 15 de diciembre de 2021

Presentación al volumen 2 del compendio

 

Nuevamente ante ti apreciado lector, para compartir artículos de valiosos colaboradores que nos hacen el honor de difundir sus ideas, pensamientos, opiniones y críticas con relación a diversos temas del derecho y a materias interdisciplinarias.

Como bien se dice, el derecho no es una isla. Por el contrario, el derecho tiene su origen y su razón de ser en los casos vívidos, en las situaciones auténticas y no de pizarra, en la problemática social, en los conflictos de intereses, en la economía, en suma, en la propia realidad social.

El derecho no se construye ni se debe construir sobre realidades abstractas, sino que es a partir de lo real que se elaboran soluciones nuevas o mejores alternativas para remediar el conflicto, las urgencias, jamás perdiendo de vista que la realidad es el norte y la mejor maestra para arribar a soluciones eficaces y no a paliativos o a normas decorativas o cosméticas que buscan embellecer el discurso o el análisis de determinada situación, pero que no llegan al fondo del problema.

El Compendio virtual El Jurista Nueva Era, reitera su compromiso con el antidogmatismo, es decir, su férrea posición a no consentir posturas que pretenden enarbolar la «única verdad», que no admiten la crítica, encerrándose en un fanatismo que silencia cualquier oposición, porque los seguidores de ese dogma creen o están convencidos que es la mejor, sino la única solución o camino para enfrentar un determinado problema o para responder una interrogante relevante, rechazando ―frustrando― el debate y además, empleando diversas falacias para desprestigiar o desmerecer «al que no piensa como él/ella» ante un auditorio, sea presencial o virtual.

Jamás hay que olvidar que la libertad de pensamiento y opinión son pilares y fundamentales en un Estado que se repute de democrático y de derecho. Un régimen no puede socavar la libertad de sus ciudadanos, con pseudopretextos relacionados con la «gran mayoría» o la «necesidad colectiva». No hay que olvidar los regímenes terroríficos, autocráticos y fascistas de derecha o de izquierda que existieron en el siglo XX como el régimen de la Alemania nazi o la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) donde con una palabrería pseudocientífica de sus voceros propalada por los medios de su época, se justificó masacres enteras de opositores y de grupos raciales (genocidio) con el pretexto del engrandecimiento de la nación y del beneficio, y progreso de la sociedad.

Jamás debemos caer en la palabrería hueca de los «cantos de sirena» dogmáticos y fanáticos, consistentes en auténticos «lavados de cerebros» de difusores de teorías sociales mal leídas y peor interpretadas, cuyos voceros muchas veces pretenden hacer una revolución desde un cafetín planificando las asonadas entre servilletas y postres sabrosos que consideran a su discurso como sinónimo de la verdad «única» destinada a la salvación pública, no importando que en su aplicación se vulnere la libertad y se arrase las opiniones contrarias con el tractor de la ignorancia, de la falta de escrúpulos, de la indolencia y total ausencia de empatía humana y social, no siendo más que psicópatas y sociópatas que vegetan en nuestra sociedad. 

En esta oportunidad, queremos hacer un homenaje a la memoria de un gran pensador como fue y es Leonardo Da Vinci, genio del renacimiento, pues como dibujante, investigador infatigable, ingeniero civil, ingeniero militar e inventor que dejó obras «inmortales» que constituyen estímulos intelectuales para persistir en medio de la adversidad.

Su maestra siempre fue la naturaleza, la que le enseñó las primeras letras del conocimiento y con la cual estuvo unido hasta los últimos días de su vida. La naturaleza fue la materia prima con la cual su pensamiento y genio creador cinceló sus obras pictóricas e inventos, siempre con el afán de vivir cada día como si fuera el último de su vida para desentrañar los «misterios» de la madre naturaleza. El legado de Leonardo como inventor será el libre pensamiento creador destinado a mejorar la vida de los seres humanos, superando los diversos problemas que se presentaban en su época, valiéndose de su potencia creadora y dejando lecciones ejemplares para la posteridad.  

Con el ejemplo perenne de Leonardo, los invitamos a este segundo número de El Jurista Nueva Era en su nueva época.

El Director / diciembre 2021



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